-Nada, de Carmen Laforet:
Argumento: «Novela que transcurre en la posguerra narra como eje principal la vida de una muchacha, Andrea, que decide mudarse a Barcelona con unos familiares con tal de estudiar en la universidad. A lo largo de la novela la protagonista se desenvuelve en dos mundos totalmente diferentes, por un lado el de su familia y por el otro el de su amistad con una compañera de estudios, Ena. Estas dos dimensiones se van uniendo y acaban con un fatal desenlace: la perdida de un familiar y la marcha de su mejor amiga.
La historia se desarrolla en un escenario pobre y deprimido de la Barcelona recién salida de la Guerra Civil Española.
Andrea parte a Barcelona con la esperanza de encontrar las bases para una nueva vida con tal de librarse de las ataduras que le han sido impuestas durante su estancia en el pueblo. Esta esperanza se ve disipada al contemplar el panorama que asola la casa en la que va a residir.
Durante el año en el que reside en Barcelona y pese a su cerrada personalidad, la protagonista logra establecer una gran amistad con Ena, una muchacha de familia adinerada y de radiante personalidad, a la que podríamos considerar la anteposición de Andrea. Esta amistad se ve alterada cuando Ena sabe de la existencia de Román, el extravagante tío de Andrea, con quien establece una misteriosa relación que finaliza con una venganza personal por parte de Ena y con el posterior suicidio de Román que provoca el desenlace de los acontecimientos.
Al final Ena se va a Madrid a vivir e invita a Andrea al poco tiempo a que vaya a trabajar y residir a la capital donde continuará sus estudios con renovadas esperanzas.»
«No es, como ninguna de mis novelas, autobiográfica, aunque el relato de una chica estudiante, como yo fui en Barcelona, e incluso la circunstancia de haberla colocado viviendo en una calle de esta ciudad donde yo misma he vivido, haya planteado esta cuestión más de una vez.» (Carmen Laforet)
La historia se desarrolla en un escenario pobre y deprimido de la Barcelona recién salida de la Guerra Civil Española.
Andrea parte a Barcelona con la esperanza de encontrar las bases para una nueva vida con tal de librarse de las ataduras que le han sido impuestas durante su estancia en el pueblo. Esta esperanza se ve disipada al contemplar el panorama que asola la casa en la que va a residir.
Durante el año en el que reside en Barcelona y pese a su cerrada personalidad, la protagonista logra establecer una gran amistad con Ena, una muchacha de familia adinerada y de radiante personalidad, a la que podríamos considerar la anteposición de Andrea. Esta amistad se ve alterada cuando Ena sabe de la existencia de Román, el extravagante tío de Andrea, con quien establece una misteriosa relación que finaliza con una venganza personal por parte de Ena y con el posterior suicidio de Román que provoca el desenlace de los acontecimientos.
Al final Ena se va a Madrid a vivir e invita a Andrea al poco tiempo a que vaya a trabajar y residir a la capital donde continuará sus estudios con renovadas esperanzas.»
«No es, como ninguna de mis novelas, autobiográfica, aunque el relato de una chica estudiante, como yo fui en Barcelona, e incluso la circunstancia de haberla colocado viviendo en una calle de esta ciudad donde yo misma he vivido, haya planteado esta cuestión más de una vez.» (Carmen Laforet)
-Homenaje a la autora y la obra:
-Fragmento de la adaptación cinematográfica:
-Una peculiar adaptación de la novela de Laforet:
-La colmena, de Camilo José Cela.
ESTUDIO: Esta obra, concebida en un principio como parte de una trilogía (“Caminos inciertos”) de la que será primera y única, fue gestada por su autor entre 1945 y 1948. La novela se publicó en Buenos Aires en 1951, pero anteriormente Cela había presentado una versión a la censura que fue rechazada por ser “francamente inmoral, a veces pornográfica y en ocasiones irreverente”.
Estructura y contenido:
Esta novela se caracteriza por su poco convencionalismo y por su complejidad, que se manifiesta en su estructura, en el tratamiento de los personajes, del tiempo y del espacio. Es una novela de estructura abierta, sin argumento y sin desenlace. En sus páginas asistimos a un ir y venir de personajes, de los que se van ofreciendo retazos de su vida, rápidos apuntes en lo que se ha dado en llamar estructura caleidoscópica. El argumento se reduce a la narración de la amarga existencia de los personajes (alrededor de 300) durante tres días en el Madrid de la postguerra. No hay desenlace, pues todas las acciones quedan inacabadas. Tanto los pequeños detalles (p.ej: ¿se casará Ventura con Julita? ¿Dejará Pablo Alonso a Laurita? ¿Se curará el novio de Victorita?) como los grandes enigmas (¿Quién es el asesino de doña Margot? ¿Dejará la policía libre a Leoncio Maestre –ya que el lector sabe que él no es el asesino-; ¿Por qué busca la policía a Martín Marco? ¿Qué pasa si lo encuentran?
Desde el punto de vista externo, la novela se compone de seis capítulos y un final. Cada capítulo está integrado por una serie de secuencias de longitud variable (aunque no suelen superar las tres páginas). Cada secuencia se centra en un personaje (o en varios relacionados). Con frecuencia se trata de una composición simultánea (varias secuencias transcurren en un mismo momento). Cada una de esas secuencias o piezas aisladas es como una celdilla del panal de una colmena. Están separadas entre sí pero unidas forman un todo. El espacio metafórico es en la novela la colmena urbana, donde habitan de manera triste y amarga tantas vidas casi siempre grises y vulgares. La peripecia de cada personaje queda fragmentada y entremezclada con otras anteriores o posteriores. De esta forma, pulula por la novela una muchedumbre que va encontrándose en los mismos lugares o realiza simultáneamente las mismas acciones, se entrecruzan, se relacionan casualmente, pero no se comunican.
La novela abarca poco más de tres días de diciembre del año 1943. Su disposición no sigue la linealidad temporal, no están ordenados de forma cronológica. Este desorden cronológico y los saltos e interrupciones de las secuencias contribuyen a crear una sensación de confusión acorde con el momento histórico, en el cual la miseria y el hambre arrastran al ser humano a situaciones que no puede dominar por sí mismo.
- Capítulos I y II: se corresponde con el primer día (el atardecer y el anochecer). Los fragmentos de historias que se narran en el primer capítulo tienen como marco espacial el café “La Delicia”, regentado por doña Rosa. En el segundo, la acción se reparte entre la figura de Martín Marco deambulando por la ciudad, la muerte de doña Margot, las cenas de varios personajes,...
- Capítulo III: se corresponde con la tarde del segundo día. Se narra lo que hacen algunos personajes a primeras horas de la tarde del segundo día (lo que pasa en los cafés, en la casa de citas de doña Celia, la reunión de los vecinos de la difunta doña Margot, la familia de don Roque, etc.)
- Capítulo IV es continuación del II (por lo tanto, la noche del primer día): se sigue el rastro nocturno de varios personajes (por ejemplo, Martín Marco) y se presentan diversas situaciones sexuales de los personajes.
- Capítulo V: no se avanza en el tiempo, ya que se vuelve a la tarde y la noche del segundo día. Continúa las acciones del III. Aparecen sobre todo secuencias de la familia de don Roque Moisés (y el encuentro con su hija Julita en la casa de citas de doña Celia); también se narran otros sucesos en los que se muestra el sexo como explotación y humillación(Victorita se prostituye para ayudar a su novio; Purita lo hace para mantener a sus hermanos, etc.).
- Capítulo VI: el amanecer del tercer día. Se relata el despertar de algunos personajes: Martín, doña Rosa, don Roberto...
- Final: una mañana, tres o cuatro días después. La familia y los amigos de Martín lo buscan para avisarlo del edicto de búsqueda contra él, mientras él va al cementerio a visitar la tumba de su madre.
Esta estructura de secuencias tan bien ensambladas provoca que se denomine esta novela como “novela reloj”, donde cada pieza depende de otra.
Temas:
El tema central de La colmena es la incertidumbre de los destinos humanos: las gentes no saben adónde van, son seres solitarios que caminan sin rumbo ni futuro por una existencia vacía, rutinaria, vulgar, y a veces, sin dignidad.
Hay otros temas y motivos que aparecen mezclados entre sí y con el principal:
- La incomunicación entre los personajes. La mayoría de los personajes, incluso los que están acompañados, viven aislados interiormente, sin una verdadera relación humana. P.ej.: la beata doña Visi vive en un mundo de absurda religiosidad (bautiza chinitos a través de la revista “El querubín misionero”) e interpreta ss relaciones familiares de forma contraria a como son el realidad (se hace ilusiones con el novio de su hija, cuando éste sólo está con ella por divertirse; su marido acude a la casa de citas de doña Celia; nadie en su casa le hace mucho caso, etc.)
- La obsesión por el dinero: quienes lo tienen hacen ostentación de ello y se muestran tiránicos y explotadores, imponiendo a los demás su autoridad sin escrúpulos (Don Mario de la Vega, el impresor con sus puros de cinco pesetas -- sec.13,1ªp.--). Los que carecen de él intentan conseguirlo por cualquier medio: prostitución (Purita, Victorita), pluriempleo (camareros, músicos, don Roberto), pidiendo préstamos (Martín Marco).
- El hambre: aparece mezclada con degradación, enfermedad y miseria: el gitanillo que recoge la comida que le tiran al suelo, p.ej.
- El sexo: salvo en raras ocasiones (amor entre Roberto y Filo; de Victorita por su novio; de Petrita por Martín) está desprovisto de sentimiento. La faceta más común es la utilización del sexo para mejorar la situación económica. La conciencia de las muchachas que se venden por dinero no sufre, ya que importa más la necesidad que la ética. Otra faceta es la exigencia violenta de satisfacción del deseo carnal, realizada en casas de citas, solares oscuros y desiertos (Petrita y el guardia, p.ej.). Hay casos más dramáticos, como el de Merceditas, la niña de trece años vendida por cien duros a un viejo rijoso. Otro aspecto del erotismo es la relación monótona, sin ilusión, por costumbre, entre parejas ya establecidas.
- El recuerdo de la guerra civil: está presente en el ánimo de muchos personajes y se refleja en un sentimiento de cobardía y sumisión ante cualquier tipo de dominio (P.ej. Martín Marco siente un miedo casi histérico cuando un policía le pide la documentación; los camareros viven atemorizados por la tiranía de doña Rosa; etc). Sin embargo, los adinerados representan el triunfalismo oficial, expresan sin miedo sus opiniones, abusan de los subordinados con crueldad (doña Rosa, Mario de la Vega, p.ej.). La guerra y la posguerra se hacen presentes también a través de alusiones a los fusilamientos, al exilio, al estraperlo, a expresiones como “los rojos” (el violinista que fue expulsado por contestar a un señor rico es tachado despectivamente de “rojo”).
- La hipocresía y la insolidaridad: se aprecia la falsa generosidad de los ricos (don Mario de la Vega aparenta bondad con su empleado pero le impone muy duras condiciones de trabajo); también es falsa y cruel la religiosidad (doña Rosa va todos los días a misa pero maltrata a los camareros, no siente compasión por los pobres, engaña a sus clientes,...); la familia de don Roque Moisés vive sumida en las falsas apariencias, etc.
- A veces aparecen detalles de solidaridad y generosidad (la bondad del señor Ramón adelantando dinero a don Roberto). Esta solidaridad se ve al final cuando todos intentan ayudar a Martín Marco. Este último es el primer acto realmente solidario de la obra. Parece que Cela quería ofrecer algo de esperanza entre tanta miseria y soledad.
Los personajes:
En la obra aparecen alrededor de 300 personajes (reales y ficticios) de los cuales alrededor de 40 representan con sus peripecias cotidianas la vida de la ciudad de Madrid durante tres días de posguerra. Aunque algunos, como Martín Marco o doña Rosa, tengan un mayor protagonismo, no se puede decir que sean los protagonistas de la novela. De hecho, esta obra (siguiendo las tendencias de la narrativa del momento) se caracteriza por la presencia de un protagonista colectivo: La colmena presenta una suma de vidas que se engarzan entre sí para representar el vivir de todos los seres de la ciudad. A diferencia de la novela tradicional, en La colmena no hay un héroe, el protagonismo es asumido por una masa mediocre, a veces miserable, que actúa movida por impulsos materiales, como el hambre, el sexo, la obsesión por el dinero.
Se puede hacer una primera división teniendo en cuenta su carácter ficticio o real:
- Personajes reales: a lo largo de la obra se menciona con frecuencia a personajes históricos, personas vinculadas con la política o la cultura del momento, que ayudan a sitúan el relato en un momento histórico concreto y que contribuyen a dar verosimilitud al relato.
- Personajes que no aparecen en el tiempo y el espacio de la narración, pero a los que se menciona en relación con otros personajes (p.ej.: la hija de doña Asunción (Paquita), que vive con un catedrático en Bilbao)
- Personajes que viven en el tiempo y el espacio de la narración. Es el grupo más importante y de ellos hablaremos con más detenimiento.
Cela hace un muestrario bastante completo de las clases sociales de la ciudad (aunque no aparecen políticos, militares ni curas). En términos generales, los personajes se pueden agrupar en dos grandes grupos: los adinerados y los pobres.
Los primeros conforman el grupo menos numeroso:
- Doña Rosa: dueña del café La Delicia.
- Don Mario de la Vega, impresor.
En este grupo, pero menos relevantes desde el punto de vista económico :
- Celestino Ortiz, dueño del bar La Aurora.
- Don Roque Moisés,
- Don Ramón, dueño de una panadería.
- Don Pablo Alonso, hombre de negocios.
- El señor Suárez, alias La Fotógrafa.
- Don Tesifonte Ovejero, capitán veterinario.
- Don Francisco Robles, médico.
Salvo excepciones, estos personajes se muestran soberbios, hacen ostentación de su dinero y se aprovechan descaradamente de sus subordinados.
El grupo, mucho más amplio, de los pobres está compuesto por una amplia galería de seres resignados y desesperanzados, incapaces de ningún intento de mejora. En este grupo se destaca la presencia de trabajadores que consiguen malvivir a base de pluriempleos y horas extras (Pepe,el camarero; Padilla, el cerillero; don Roberto, etc), amas de casa de vida gris y anodina (la Filo, doña Visi), prostitutas (Elvirita, Purita; algunas han conseguido mejorar su situación, como doña Celia), personajes ociosos (Martín Marco, el joven poeta) y en el último escalón social encontramos al gitanillo que mendiga cantando por las calles.
Apenas conocemos el retrato físico, el carácter o el pasado de la mayoría de los personajes. Los conocemos a través de su conducta y de sus palabras. Muchos de estos personajes aparecen de manera fugaz y desaparecen definitivamente. De todos los personajes solo diez ocupan un primer plano: Doña Rosa; Martín Marco, Filo y don Roberto; doña Visi, Julita, Ventura Aguado y don Roque Moisés; la señorita Elvira; Victorita.
- MARTÍN MARCO: es el único personaje que aparece en todos los capítulos y si bien no es el protagonista, sí el es más importante porque actúa como eje vertebrador de varios personajes y espacios de la novela: se relaciona con doña Rosa, que lo expulsa de su café por no pagar; con Filo, su hermana, y con su criada:Petrita; es compañero de estudios de Ventura Aguado, Nati Robles, Pablo Alonso(en cuya casa duerme); es amigo de Celestino Ortiz; su carácter de personaje bohemio e itinerante ayuda a conocer diferentes ambientes del Madrid de la época (por ejemplo, el prostíbulo de doña Jesusa, donde trabaja Purita). Sus rasgos físicos y sicológicos están mejor definidos que los de resto de personajes. Lo más definido de su perfil son sus ideas sociales y políticas: es un intelectual, cree en la igualdad entre los seres humanos, en el pasado perteneció al sindicato de estudiantes progresistas y lucho en el bando republicano. Por eso tiene miedo cuando un guardia le pide la documentación. Y quizá por eso lo busquen al final.
- DOÑA ROSA: es un personaje marcado por su fealdad exterior (causa repulsión) e interior. Posee un carácter avariento, autoritario, ordinario, tiene ideas pronazis y falsamente religiosas. Representa la figura del triunfador. Constituye una metáfora del poder dictatorial basado en la prepotencia y en la humillación. Su café es un importante elemento estructural, ya que allí se reúnen un gran número de personajes de la obra. Además, es hermana de doña Visi (familia Moisés).
- LOS MOISÉS Y VENTURA AGUADO: estos personajes adquieren su mayor relieve en el capítulo V. Aquí se ponen de manifiesto la hipocresía de las relaciones familiares. Don Roque, el padre, desprecia e ignora a su mujer y es vividor y mujeriego. Doña Visi es una beata que lee revistas religiosas y tiene sus esperanzas puestas en el futuro matrimonio de sus hijas. Julita, que para su madre es una inocente muchacha, mantiene una relación carnal con su novio Ventura en una casa de citas, donde se encuentra con su propio padre. Su novio, Ventura Aguado, eterno opositor a notarías, es amigo de Martín Marco y se jacta de ser un hombre experimentado con las mujeres.
- DON ROBERTO Y FILO: representan uno de los pocos aspectos positivos de la obra. Es un matrimonio que se ama realmente. Sus conversaciones están llenas de lirismo y ternura. Aunque él está pluriempleado y ella cuido con resignación de sus cinco hijos y de su hermano Martín Marco, no les importaría tener otro hijo. Representan la afirmación de la vida en un mundo lleno de dificultades.
- VICTORITA: el amor hacia su novio Paco, enfermo de tuberculosis, lleva a Victorita a la necesidad de prostituirse para salvarle. Sus escenas con la madre o con don Mario de la Vega están llenas de acritud y violencia, pero el personaje aparece ennoblecido por su autenticidad.
- LA SEÑORITA ELVIRA: es un personaje extraño, símbolo de la decadencia. Su vida está marcada por su pasado y por el hambre. Es un personaje maltratado por la sociedad desde la niñez. Es un ejemplo de una vida sin sentido (“es un mueble más”) como otros muchos ejemplos de La Colmena.
Las técnicas narrativas:
La Colmena es una novela que no utiliza una técnica narrativa única.
En unas ocasiones hallamos la presencia de un narrador omnisciente que sabe lo que piensan, sienten o sueñan los personajes y que conoce su historia. Incluso en alguna ocasión parece saber más del interior del personaje que el propio personaje: “El de al lado sonríe como un alumno ante el profesor: con la conciencia turbia y, lo que es peor, sin saberlo” (secuencia 35, cap.I pág. 122). La omnisciencia del narrador se percibe asimismo en la minuciosidad de los datos que ofrece acerca de los personajes: el narrador conoce su vida presente, su nombre y apellidos, edad,... y se remonta incluso al pasado ofreciendo con gran detalle datos acerca de su vida (secuencia en la que habla de los antecedentes de la señorita Elvira). Este narrador onmisciente muestra su mayor grado de subjetividad en el tratamiento de los personajes, ya que selecciona aquellos aspectos de los personajes que le sirven para sus propósitos. Muestra claramente sus simpatías o antipatías hacia determinados personajes (p.ej. doña Rosa aparece caracterizado como un personaje repulsivo; la Uruguaya aparece descrita también con repugnancia: cap.IV,secuencia 10, pág.269). Otros personajes son presentados con una estética deformante cercana al esperpento, por ejemplo, la presentación de Dorita: (secuencia 1,cap.VI, pág.370).
También está presente el autor implícito que opina y juzga a los personajes directamente y que se manifiesta en ocasiones en el uso de la primera persona: “Se llama Mauricio Segovia y está empleado en la Telefónica. Digo esto porque, a lo mejor, vuelve a salir” (pág.98). “Era un gitanillo muy simpático pero ya muy visto” (secuencia 46, cap. II, pág. 194).
Pero en muchas ocasiones aparece un narrador en tercera persona objetivo, que desaparece para dejar actuar a los personajes. Así, hay secuencias en las que sólo se registra el exterior de los personajes y sus palabras.(p.ej.: la secuencia 2 del cap. IV, en el que Victorita habla con su madre). En estos casos la técnica empleada se acerca a la cinematográfica. A veces el narrador muestra su desconocimiento de las cosas por medio de expresiones como: “parece ser que...”, “nadie sabe por qué...”, “según dicen por el barrio...”. Incluso parece desconocer los nombres de los personajes:”un señor de barbita blanca...”,”un jovencito melenudo...” En estas ocasiones actúa como un narrador testigo.
Pero en lo referente a las técnicas de expresión no es la descripción ni la narración lo que predomina, sino el diálogo. Muchas veces el narrador desaparece para dejar actuar a los personajes, sobre los que recae el proceso narrativo. Las características del diálogo en la obra son:
• Predominio del estilo directo.
• Sobresale el habla coloquial, viva, que refuerza la verosimilitud, la sensación de realidad. Uno de los personajes, don Ibrahim se expresa de una forma pedante, ampulosa y ridícula, lo cual favorece el carácter de caricatura que se pretende conseguir con ese personaje (cap. II, sec. 34, 39,...) .
Las descripciones también son frecuentes y en ellas predomina el subjetivismo. Normalmente no se describe un personaje o un ambiente de una vez, sino que se van mostrando pinceladas dispersas que acaban por componer la imagen de lo que se quiere describir.
El soliloquio es menos usado y se emplea cuando el narrador deja paso a la introspección de los personajes. Destacan los soliloquios en estilo directo (p.ej.: secuencia 31 del cap.II,pág.174, en la que Leoncio Maestre piensa en doña Elvirita.
La colmena y la censura:
La colmena es una novela de carácter testimonial que refleja con verosimilitud la realidad del momento. En ella cela documenta la España de los primeros años 40 con sus secuelas de pobreza, miseria, desigualdades sociales, explotación, hipocresía y represión sexual. Estos aspectos tan bien reflejados en la obra eran los que la prensa y la literatura oficial de la época trataban de ocultar. Hay, además en Cela, un deliberado propósito de escandalizar al lector mediante la reiteración de situaciones en las que la violencia, el sexo en todas sus manifestaciones, la miseria, se entrelazan de forma inseparable. Es cierto que Cela se recrea en los aspectos más sórdidos de la realidad. Por ello, la obra hubo de ser publicada en Buenos Aires en 1951.
En propio Cela habla de sus problemas con la censura en el prólogo que incluyó en 1969 a la edición definitiva de La colmena. En este prólogo, llamado “Historia incompleta de unas páginas zarandeadas” el autor dice que escribió el libro entre 1945 y 1948, aunque posteriormente volvió sobre él corrigiéndolo y retocándolo. En 1946 entregó una versión “ni dulcificada ni agriada pero sí incompleta” a la censura, que prohibió la obra. La censura argentina tampoco admitió la obra completa, pero sí aceptó su publicación con ciertas “correcciones”. A raíz de la publicación, Cela fue expulsado de la Asociación de la Prensa de Madrid y su nombre fue prohibido en los periódicos españoles.
Estructura y contenido:
Esta novela se caracteriza por su poco convencionalismo y por su complejidad, que se manifiesta en su estructura, en el tratamiento de los personajes, del tiempo y del espacio. Es una novela de estructura abierta, sin argumento y sin desenlace. En sus páginas asistimos a un ir y venir de personajes, de los que se van ofreciendo retazos de su vida, rápidos apuntes en lo que se ha dado en llamar estructura caleidoscópica. El argumento se reduce a la narración de la amarga existencia de los personajes (alrededor de 300) durante tres días en el Madrid de la postguerra. No hay desenlace, pues todas las acciones quedan inacabadas. Tanto los pequeños detalles (p.ej: ¿se casará Ventura con Julita? ¿Dejará Pablo Alonso a Laurita? ¿Se curará el novio de Victorita?) como los grandes enigmas (¿Quién es el asesino de doña Margot? ¿Dejará la policía libre a Leoncio Maestre –ya que el lector sabe que él no es el asesino-; ¿Por qué busca la policía a Martín Marco? ¿Qué pasa si lo encuentran?
Desde el punto de vista externo, la novela se compone de seis capítulos y un final. Cada capítulo está integrado por una serie de secuencias de longitud variable (aunque no suelen superar las tres páginas). Cada secuencia se centra en un personaje (o en varios relacionados). Con frecuencia se trata de una composición simultánea (varias secuencias transcurren en un mismo momento). Cada una de esas secuencias o piezas aisladas es como una celdilla del panal de una colmena. Están separadas entre sí pero unidas forman un todo. El espacio metafórico es en la novela la colmena urbana, donde habitan de manera triste y amarga tantas vidas casi siempre grises y vulgares. La peripecia de cada personaje queda fragmentada y entremezclada con otras anteriores o posteriores. De esta forma, pulula por la novela una muchedumbre que va encontrándose en los mismos lugares o realiza simultáneamente las mismas acciones, se entrecruzan, se relacionan casualmente, pero no se comunican.
La novela abarca poco más de tres días de diciembre del año 1943. Su disposición no sigue la linealidad temporal, no están ordenados de forma cronológica. Este desorden cronológico y los saltos e interrupciones de las secuencias contribuyen a crear una sensación de confusión acorde con el momento histórico, en el cual la miseria y el hambre arrastran al ser humano a situaciones que no puede dominar por sí mismo.
- Capítulos I y II: se corresponde con el primer día (el atardecer y el anochecer). Los fragmentos de historias que se narran en el primer capítulo tienen como marco espacial el café “La Delicia”, regentado por doña Rosa. En el segundo, la acción se reparte entre la figura de Martín Marco deambulando por la ciudad, la muerte de doña Margot, las cenas de varios personajes,...
- Capítulo III: se corresponde con la tarde del segundo día. Se narra lo que hacen algunos personajes a primeras horas de la tarde del segundo día (lo que pasa en los cafés, en la casa de citas de doña Celia, la reunión de los vecinos de la difunta doña Margot, la familia de don Roque, etc.)
- Capítulo IV es continuación del II (por lo tanto, la noche del primer día): se sigue el rastro nocturno de varios personajes (por ejemplo, Martín Marco) y se presentan diversas situaciones sexuales de los personajes.
- Capítulo V: no se avanza en el tiempo, ya que se vuelve a la tarde y la noche del segundo día. Continúa las acciones del III. Aparecen sobre todo secuencias de la familia de don Roque Moisés (y el encuentro con su hija Julita en la casa de citas de doña Celia); también se narran otros sucesos en los que se muestra el sexo como explotación y humillación(Victorita se prostituye para ayudar a su novio; Purita lo hace para mantener a sus hermanos, etc.).
- Capítulo VI: el amanecer del tercer día. Se relata el despertar de algunos personajes: Martín, doña Rosa, don Roberto...
- Final: una mañana, tres o cuatro días después. La familia y los amigos de Martín lo buscan para avisarlo del edicto de búsqueda contra él, mientras él va al cementerio a visitar la tumba de su madre.
Esta estructura de secuencias tan bien ensambladas provoca que se denomine esta novela como “novela reloj”, donde cada pieza depende de otra.
Temas:
El tema central de La colmena es la incertidumbre de los destinos humanos: las gentes no saben adónde van, son seres solitarios que caminan sin rumbo ni futuro por una existencia vacía, rutinaria, vulgar, y a veces, sin dignidad.
Hay otros temas y motivos que aparecen mezclados entre sí y con el principal:
- La incomunicación entre los personajes. La mayoría de los personajes, incluso los que están acompañados, viven aislados interiormente, sin una verdadera relación humana. P.ej.: la beata doña Visi vive en un mundo de absurda religiosidad (bautiza chinitos a través de la revista “El querubín misionero”) e interpreta ss relaciones familiares de forma contraria a como son el realidad (se hace ilusiones con el novio de su hija, cuando éste sólo está con ella por divertirse; su marido acude a la casa de citas de doña Celia; nadie en su casa le hace mucho caso, etc.)
- La obsesión por el dinero: quienes lo tienen hacen ostentación de ello y se muestran tiránicos y explotadores, imponiendo a los demás su autoridad sin escrúpulos (Don Mario de la Vega, el impresor con sus puros de cinco pesetas -- sec.13,1ªp.--). Los que carecen de él intentan conseguirlo por cualquier medio: prostitución (Purita, Victorita), pluriempleo (camareros, músicos, don Roberto), pidiendo préstamos (Martín Marco).
- El hambre: aparece mezclada con degradación, enfermedad y miseria: el gitanillo que recoge la comida que le tiran al suelo, p.ej.
- El sexo: salvo en raras ocasiones (amor entre Roberto y Filo; de Victorita por su novio; de Petrita por Martín) está desprovisto de sentimiento. La faceta más común es la utilización del sexo para mejorar la situación económica. La conciencia de las muchachas que se venden por dinero no sufre, ya que importa más la necesidad que la ética. Otra faceta es la exigencia violenta de satisfacción del deseo carnal, realizada en casas de citas, solares oscuros y desiertos (Petrita y el guardia, p.ej.). Hay casos más dramáticos, como el de Merceditas, la niña de trece años vendida por cien duros a un viejo rijoso. Otro aspecto del erotismo es la relación monótona, sin ilusión, por costumbre, entre parejas ya establecidas.
- El recuerdo de la guerra civil: está presente en el ánimo de muchos personajes y se refleja en un sentimiento de cobardía y sumisión ante cualquier tipo de dominio (P.ej. Martín Marco siente un miedo casi histérico cuando un policía le pide la documentación; los camareros viven atemorizados por la tiranía de doña Rosa; etc). Sin embargo, los adinerados representan el triunfalismo oficial, expresan sin miedo sus opiniones, abusan de los subordinados con crueldad (doña Rosa, Mario de la Vega, p.ej.). La guerra y la posguerra se hacen presentes también a través de alusiones a los fusilamientos, al exilio, al estraperlo, a expresiones como “los rojos” (el violinista que fue expulsado por contestar a un señor rico es tachado despectivamente de “rojo”).
- La hipocresía y la insolidaridad: se aprecia la falsa generosidad de los ricos (don Mario de la Vega aparenta bondad con su empleado pero le impone muy duras condiciones de trabajo); también es falsa y cruel la religiosidad (doña Rosa va todos los días a misa pero maltrata a los camareros, no siente compasión por los pobres, engaña a sus clientes,...); la familia de don Roque Moisés vive sumida en las falsas apariencias, etc.
- A veces aparecen detalles de solidaridad y generosidad (la bondad del señor Ramón adelantando dinero a don Roberto). Esta solidaridad se ve al final cuando todos intentan ayudar a Martín Marco. Este último es el primer acto realmente solidario de la obra. Parece que Cela quería ofrecer algo de esperanza entre tanta miseria y soledad.
Los personajes:
En la obra aparecen alrededor de 300 personajes (reales y ficticios) de los cuales alrededor de 40 representan con sus peripecias cotidianas la vida de la ciudad de Madrid durante tres días de posguerra. Aunque algunos, como Martín Marco o doña Rosa, tengan un mayor protagonismo, no se puede decir que sean los protagonistas de la novela. De hecho, esta obra (siguiendo las tendencias de la narrativa del momento) se caracteriza por la presencia de un protagonista colectivo: La colmena presenta una suma de vidas que se engarzan entre sí para representar el vivir de todos los seres de la ciudad. A diferencia de la novela tradicional, en La colmena no hay un héroe, el protagonismo es asumido por una masa mediocre, a veces miserable, que actúa movida por impulsos materiales, como el hambre, el sexo, la obsesión por el dinero.
Se puede hacer una primera división teniendo en cuenta su carácter ficticio o real:
- Personajes reales: a lo largo de la obra se menciona con frecuencia a personajes históricos, personas vinculadas con la política o la cultura del momento, que ayudan a sitúan el relato en un momento histórico concreto y que contribuyen a dar verosimilitud al relato.
- Personajes que no aparecen en el tiempo y el espacio de la narración, pero a los que se menciona en relación con otros personajes (p.ej.: la hija de doña Asunción (Paquita), que vive con un catedrático en Bilbao)
- Personajes que viven en el tiempo y el espacio de la narración. Es el grupo más importante y de ellos hablaremos con más detenimiento.
Cela hace un muestrario bastante completo de las clases sociales de la ciudad (aunque no aparecen políticos, militares ni curas). En términos generales, los personajes se pueden agrupar en dos grandes grupos: los adinerados y los pobres.
Los primeros conforman el grupo menos numeroso:
- Doña Rosa: dueña del café La Delicia.
- Don Mario de la Vega, impresor.
En este grupo, pero menos relevantes desde el punto de vista económico :
- Celestino Ortiz, dueño del bar La Aurora.
- Don Roque Moisés,
- Don Ramón, dueño de una panadería.
- Don Pablo Alonso, hombre de negocios.
- El señor Suárez, alias La Fotógrafa.
- Don Tesifonte Ovejero, capitán veterinario.
- Don Francisco Robles, médico.
Salvo excepciones, estos personajes se muestran soberbios, hacen ostentación de su dinero y se aprovechan descaradamente de sus subordinados.
El grupo, mucho más amplio, de los pobres está compuesto por una amplia galería de seres resignados y desesperanzados, incapaces de ningún intento de mejora. En este grupo se destaca la presencia de trabajadores que consiguen malvivir a base de pluriempleos y horas extras (Pepe,el camarero; Padilla, el cerillero; don Roberto, etc), amas de casa de vida gris y anodina (la Filo, doña Visi), prostitutas (Elvirita, Purita; algunas han conseguido mejorar su situación, como doña Celia), personajes ociosos (Martín Marco, el joven poeta) y en el último escalón social encontramos al gitanillo que mendiga cantando por las calles.
Apenas conocemos el retrato físico, el carácter o el pasado de la mayoría de los personajes. Los conocemos a través de su conducta y de sus palabras. Muchos de estos personajes aparecen de manera fugaz y desaparecen definitivamente. De todos los personajes solo diez ocupan un primer plano: Doña Rosa; Martín Marco, Filo y don Roberto; doña Visi, Julita, Ventura Aguado y don Roque Moisés; la señorita Elvira; Victorita.
- MARTÍN MARCO: es el único personaje que aparece en todos los capítulos y si bien no es el protagonista, sí el es más importante porque actúa como eje vertebrador de varios personajes y espacios de la novela: se relaciona con doña Rosa, que lo expulsa de su café por no pagar; con Filo, su hermana, y con su criada:Petrita; es compañero de estudios de Ventura Aguado, Nati Robles, Pablo Alonso(en cuya casa duerme); es amigo de Celestino Ortiz; su carácter de personaje bohemio e itinerante ayuda a conocer diferentes ambientes del Madrid de la época (por ejemplo, el prostíbulo de doña Jesusa, donde trabaja Purita). Sus rasgos físicos y sicológicos están mejor definidos que los de resto de personajes. Lo más definido de su perfil son sus ideas sociales y políticas: es un intelectual, cree en la igualdad entre los seres humanos, en el pasado perteneció al sindicato de estudiantes progresistas y lucho en el bando republicano. Por eso tiene miedo cuando un guardia le pide la documentación. Y quizá por eso lo busquen al final.
- DOÑA ROSA: es un personaje marcado por su fealdad exterior (causa repulsión) e interior. Posee un carácter avariento, autoritario, ordinario, tiene ideas pronazis y falsamente religiosas. Representa la figura del triunfador. Constituye una metáfora del poder dictatorial basado en la prepotencia y en la humillación. Su café es un importante elemento estructural, ya que allí se reúnen un gran número de personajes de la obra. Además, es hermana de doña Visi (familia Moisés).
- LOS MOISÉS Y VENTURA AGUADO: estos personajes adquieren su mayor relieve en el capítulo V. Aquí se ponen de manifiesto la hipocresía de las relaciones familiares. Don Roque, el padre, desprecia e ignora a su mujer y es vividor y mujeriego. Doña Visi es una beata que lee revistas religiosas y tiene sus esperanzas puestas en el futuro matrimonio de sus hijas. Julita, que para su madre es una inocente muchacha, mantiene una relación carnal con su novio Ventura en una casa de citas, donde se encuentra con su propio padre. Su novio, Ventura Aguado, eterno opositor a notarías, es amigo de Martín Marco y se jacta de ser un hombre experimentado con las mujeres.
- DON ROBERTO Y FILO: representan uno de los pocos aspectos positivos de la obra. Es un matrimonio que se ama realmente. Sus conversaciones están llenas de lirismo y ternura. Aunque él está pluriempleado y ella cuido con resignación de sus cinco hijos y de su hermano Martín Marco, no les importaría tener otro hijo. Representan la afirmación de la vida en un mundo lleno de dificultades.
- VICTORITA: el amor hacia su novio Paco, enfermo de tuberculosis, lleva a Victorita a la necesidad de prostituirse para salvarle. Sus escenas con la madre o con don Mario de la Vega están llenas de acritud y violencia, pero el personaje aparece ennoblecido por su autenticidad.
- LA SEÑORITA ELVIRA: es un personaje extraño, símbolo de la decadencia. Su vida está marcada por su pasado y por el hambre. Es un personaje maltratado por la sociedad desde la niñez. Es un ejemplo de una vida sin sentido (“es un mueble más”) como otros muchos ejemplos de La Colmena.
Las técnicas narrativas:
La Colmena es una novela que no utiliza una técnica narrativa única.
En unas ocasiones hallamos la presencia de un narrador omnisciente que sabe lo que piensan, sienten o sueñan los personajes y que conoce su historia. Incluso en alguna ocasión parece saber más del interior del personaje que el propio personaje: “El de al lado sonríe como un alumno ante el profesor: con la conciencia turbia y, lo que es peor, sin saberlo” (secuencia 35, cap.I pág. 122). La omnisciencia del narrador se percibe asimismo en la minuciosidad de los datos que ofrece acerca de los personajes: el narrador conoce su vida presente, su nombre y apellidos, edad,... y se remonta incluso al pasado ofreciendo con gran detalle datos acerca de su vida (secuencia en la que habla de los antecedentes de la señorita Elvira). Este narrador onmisciente muestra su mayor grado de subjetividad en el tratamiento de los personajes, ya que selecciona aquellos aspectos de los personajes que le sirven para sus propósitos. Muestra claramente sus simpatías o antipatías hacia determinados personajes (p.ej. doña Rosa aparece caracterizado como un personaje repulsivo; la Uruguaya aparece descrita también con repugnancia: cap.IV,secuencia 10, pág.269). Otros personajes son presentados con una estética deformante cercana al esperpento, por ejemplo, la presentación de Dorita: (secuencia 1,cap.VI, pág.370).
También está presente el autor implícito que opina y juzga a los personajes directamente y que se manifiesta en ocasiones en el uso de la primera persona: “Se llama Mauricio Segovia y está empleado en la Telefónica. Digo esto porque, a lo mejor, vuelve a salir” (pág.98). “Era un gitanillo muy simpático pero ya muy visto” (secuencia 46, cap. II, pág. 194).
Pero en muchas ocasiones aparece un narrador en tercera persona objetivo, que desaparece para dejar actuar a los personajes. Así, hay secuencias en las que sólo se registra el exterior de los personajes y sus palabras.(p.ej.: la secuencia 2 del cap. IV, en el que Victorita habla con su madre). En estos casos la técnica empleada se acerca a la cinematográfica. A veces el narrador muestra su desconocimiento de las cosas por medio de expresiones como: “parece ser que...”, “nadie sabe por qué...”, “según dicen por el barrio...”. Incluso parece desconocer los nombres de los personajes:”un señor de barbita blanca...”,”un jovencito melenudo...” En estas ocasiones actúa como un narrador testigo.
Pero en lo referente a las técnicas de expresión no es la descripción ni la narración lo que predomina, sino el diálogo. Muchas veces el narrador desaparece para dejar actuar a los personajes, sobre los que recae el proceso narrativo. Las características del diálogo en la obra son:
• Predominio del estilo directo.
• Sobresale el habla coloquial, viva, que refuerza la verosimilitud, la sensación de realidad. Uno de los personajes, don Ibrahim se expresa de una forma pedante, ampulosa y ridícula, lo cual favorece el carácter de caricatura que se pretende conseguir con ese personaje (cap. II, sec. 34, 39,...) .
Las descripciones también son frecuentes y en ellas predomina el subjetivismo. Normalmente no se describe un personaje o un ambiente de una vez, sino que se van mostrando pinceladas dispersas que acaban por componer la imagen de lo que se quiere describir.
El soliloquio es menos usado y se emplea cuando el narrador deja paso a la introspección de los personajes. Destacan los soliloquios en estilo directo (p.ej.: secuencia 31 del cap.II,pág.174, en la que Leoncio Maestre piensa en doña Elvirita.
La colmena y la censura:
La colmena es una novela de carácter testimonial que refleja con verosimilitud la realidad del momento. En ella cela documenta la España de los primeros años 40 con sus secuelas de pobreza, miseria, desigualdades sociales, explotación, hipocresía y represión sexual. Estos aspectos tan bien reflejados en la obra eran los que la prensa y la literatura oficial de la época trataban de ocultar. Hay, además en Cela, un deliberado propósito de escandalizar al lector mediante la reiteración de situaciones en las que la violencia, el sexo en todas sus manifestaciones, la miseria, se entrelazan de forma inseparable. Es cierto que Cela se recrea en los aspectos más sórdidos de la realidad. Por ello, la obra hubo de ser publicada en Buenos Aires en 1951.
En propio Cela habla de sus problemas con la censura en el prólogo que incluyó en 1969 a la edición definitiva de La colmena. En este prólogo, llamado “Historia incompleta de unas páginas zarandeadas” el autor dice que escribió el libro entre 1945 y 1948, aunque posteriormente volvió sobre él corrigiéndolo y retocándolo. En 1946 entregó una versión “ni dulcificada ni agriada pero sí incompleta” a la censura, que prohibió la obra. La censura argentina tampoco admitió la obra completa, pero sí aceptó su publicación con ciertas “correcciones”. A raíz de la publicación, Cela fue expulsado de la Asociación de la Prensa de Madrid y su nombre fue prohibido en los periódicos españoles.
Miguel Delibes:
Los santos inocentes, de Miguel Delibes:
Argumento: Los santos inocentes se ha convertido ya en un clásico de nuestros días. Un relato a un tiempo realista, poético y trágico que contiene alguna de las mejores páginas del gran novelista de Valladolid. La vida en un cortijo, las andanzas del señorito Iván, aficionado a cazar por encima de todo, la dureza de la existencia cotidiana y del sometimiento al amo, y luego los humillados y ofendidos que dan título a la novela, Azarías, Régula, Paco, la adolescente Nieves? Una dramática historia tejida con pequeños incidentes de todos los días contada por la insuperable pluma de Miguel Delibes, que tan bien sabe expresar todos los matices de sus personajes, desde la aspereza hasta la ternura, así como de un paisaje muy querido por el escritor.
Argumento: Los santos inocentes se ha convertido ya en un clásico de nuestros días. Un relato a un tiempo realista, poético y trágico que contiene alguna de las mejores páginas del gran novelista de Valladolid. La vida en un cortijo, las andanzas del señorito Iván, aficionado a cazar por encima de todo, la dureza de la existencia cotidiana y del sometimiento al amo, y luego los humillados y ofendidos que dan título a la novela, Azarías, Régula, Paco, la adolescente Nieves? Una dramática historia tejida con pequeños incidentes de todos los días contada por la insuperable pluma de Miguel Delibes, que tan bien sabe expresar todos los matices de sus personajes, desde la aspereza hasta la ternura, así como de un paisaje muy querido por el escritor.
La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza:
Argumento: La verdad sobre el caso Savolta es la primera novela del escritor español Eduardo Mendoza, publicada en 1975. Hay gran variedad de personajes que permiten tener una visión de la intrahistoria de la época. El protagonista, Javier Miranda, es un chico de provincias, que viaja a Barcelona a principios del siglo XX, en busca de trabajo. Empieza en un despacho de abogados a cargo de Cortabanyes, y pronto conoce al que será su mentor, Paul André Lepprince. La obra narra los turbios sucesos que llevaron a cabo, sobre todo Lepprince, por las ansias de poder. También se trata el tema del amor, a través de la enigmática y fascinante María Coral, quien vuelve loco de amor a Lepprince. El texto termina con grandes revueltas de los trabajadores en Barcelona y con la muerte de Lepprince en extrañas circunstancias. Tras este suceso, Miranda emigra con su esposa a Nueva York.
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